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*Síndrome del Pensamiento Grupal*



Es una forma de pensamiento que surge cuando las personas están tan involucradas en un grupo cohesivo, que la búsqueda de consenso o de unanimidad supera, y deja en segundo plano, la valoración realista de las líneas de acción alternativas. (Definición adaptada de Janis Irving, psicólogo en la universidad de Yale y Berkeley, 1918-1990).


Es decir, las personas afectadas por el pensamiento grupal deciden a partir del grupo que es lo que piensan. Esto provoca que en muchas ocasiones se tomen decisiones erróneas, con todas sus consecuencias. Decisiones que podrían haberse evitado con un simple análisis.


En general esto se ha estudiado en grupos de alto nivel que toman decisiones comprometidas, pero tenemos que ser conscientes de que nosotros mismos pertenecemos a múltiples grupos cohesivos donde en ocasiones no tomamos las decisiones que nos gustarían por mantener el acuerdo con el grupo.


Además, actualmente vemos como grupos cada vez más reducidos de personas en las altas estancias de poder son los que toman decisiones que afectan a millones de personas, con lo que la posibilidad de aparición del pensamiento grupal es un factor muy a tener en cuenta.


El pensamiento grupal, según Janis, presenta una serie de condiciones antecedentes (cohesión de grupo, defectos estructurales, contexto situacional) que generan una tendencia a buscar el acuerdo, lo cual no es malo, a no ser que sea excesiva, en cuyo caso da lugar a una serie de síntomas (sobreestimación del grupo, cerrazón mental, presión por la unanimidad) que provocan una serie de defectos en la toma de decisiones que cuando se suman pueden dar lugar a malos resultados en la decisión.

Condiciones y Antecedentes.

Cohesión de grupo: Janis parte de la base de que los grupos donde aparece el fenómeno del pensamiento grupal tienen un nivel de cohesión de moderado a alto. Aunque otros estudios restan importancia a este punto si me gustaría hacer unas aclaraciones.


Por un lado, la cohesión de grupo es una condición necesaria pero no suficiente.


Por otro lado, tenemos que diferenciar entre dos tipos de cohesión: una centrada en el compromiso con la tarea del grupo y otra centrada en la atracción interpersonal. Sería esta última la que propiciaría la aparición del pensamiento de grupo. (Es la búsqueda del acuerdo para preservar las relaciones lo que resulta peligroso)


Es importante que entendamos que la cohesión de un grupo tiene muchos aspectos positivos: la solidaridad, la predisposición positiva para cualquier objetivo, un incremento de la seguridad de los miembros del grupo los cuales mejoran su autoestima disminuyendo la ansiedad, etc.

*Defectos estructurales*


Cuatro son las condiciones antecedentes que Janis considera dentro de los defectos estructurales:


1. Aislamiento del grupo: El grupo no es evaluado ni controlado por otro miembros de la organización (fuera de las organizaciones podría ser el caso de una relación muy cercana entre unos hermanos o entre una madre y su hija que dejan fuera a los demás miembros de la familia).

2. Ausencia de normas de procedimiento: a la hora de tomar decisiones no tener unos pasos a seguir (buscar información antes de decantarnos por una alternativa por ejemplo) y unos procedimientos puede ayudar a la aparición del pensamiento grupal.

3. Ausencia de una tradición de liderazgo imparcial: el liderazgo promocional o directivo (los líderes promueven directamente una decisión), en cualquier tipo de grupo, fomenta la aparición del pensamiento grupal.

4. Homogeneidad del grupo en cuanto a sus características sociales y a su ideología: cuanto más homogéneo sea el grupo más difícil será que sus miembros analicen distintas opciones o propongan alternativas.

Contexto situacional.


Un contexto situacional con amenazas de naturaleza interna o externa al grupo fomenta la aparición del pensamiento grupal. Una amenaza externa puede suscitar un alto grado de estrés lo que impide tomar alternativas distintas de las que, por ejemplo, proponga el líder.


Si el grupo ha tenido fracasos recientes en la toma de decisiones, la tarea tiene una dificultad intrínseca o no hay alternativas moralmente correctas, puede tener una baja autoestima que influirá en la calidad de sus decisiones.


Ya hemos analizado las condiciones y antecedente vamos a echar un vistazo a los síntomas que provocan.

Síntomas.


Tres grupos de síntomas fundamentales pueden indicarnos la aparición del pensamiento grupal y predecir problemas en la toma de decisiones:


1. Sobreestimación del grupo:

La sobreestimación del grupo sobre los demás, con la visión de superioridad que conlleva, se puede plasmar en dos síntomas fundamentales, la ilusión de invulnerabilidad (creencia de que el grupo no puede fracasar, nada pasará si sigue unido) y la creencia de que el grupo es inherentemente moral (percepción exagerada de la corrección moral de los planteamientos del propio grupo).


2. Cerrazón mental y desprecio a otros grupos:

Esta cerrazón mental provoca dos síntomas fundamentales en el pensamiento grupal.

La racionalización colectiva: los grupos se saltan el análisis de los problemas y lo sustituyen por justificaciones fruto de sus deseos y motivaciones (admitidas o no) y la Estereotipación de los exogrupos, se difunde una imagen homogénea, uniforme y habitualmente peyorativa de los miembros de otros grupos.


3. Presiones de uniformidad.

Estas presiones hacia la uniformidad dan lugar cuatro síntomas del pensamiento grupal:

Presión sobre los disidentes: hay un rechazo a las críticas dirigidas hacia el grupo o hacia su forma de proceder. Cuanto mayor es la cohesión y la relevancia del problema mayor es el rechazo de los miembros del grupo hacia el no conforme.

Autocensura: los propios integrantes del grupo no expresan sus dudas acerca de las decisiones del grupo.


Ilusión de unanimidad: los miembros del grupo tienen una percepción exagerada del grado de acuerdo que hay en el grupo.

Aparición de los guardianes de la mente: miembros del grupo que toman a su cargo la tarea de mantener la ortodoxia grupal, denuncian posibles desviaciones e intentan proteger al grupo de información adversa.

Defectos en la toma de decisiones.


Varios son los defectos en la toma de decisiones que inducen a malos resultados en las decisiones del grupo:


*Revisión incompleta de las alternativas posibles antes de tomar la decisión.

*Revisión incompleta de los objetivos que se pretenden conseguir.

*Insuficiente análisis de los riesgos que lleva aparejada cada decisión.

*No se llega a hacer una revaluación de las alternativas rechazadas inicialmente según avanza el proceso. Tampoco se hace un examen riguroso de la alternativa escogida.

*Se da una búsqueda deficiente de información relevante (muchas veces se busca información después de la decisión)

*Presencia de sesgos en el procesamiento de la información.

*Ausencia de planes de contingencia ante posibles fallos (en ocasiones esto lleva aparejado una escalada del compromiso).

Todos estos problemas propios del pensamiento grupal pueden conducir a malos resultados en la decisión que finalmente tome el grupo, veamos algunas formas de evitarlo.


Reducción del pensamiento grupal.


1. Asignar el rol de evaluador crítico a todos los miembros del grupo:

Hay que dar prioridad a las objeciones de los miembros del grupo y el líder tiene que ser capaz de soportar las críticas. Puede darse el caso en que sea más práctico recoger ese feedback de forma anónima.

2. El líder tiene que mantener una actitud imparcial.

3. En una organización, si es posible:

A) Formar varios grupos, tanto para planear y evaluar las medidas como para analizar la efectividad de las decisiones.

B) Implantar procesos específicos en la toma de decisiones o de resolución de problemas.

C) Hacer reuniones de segunda oportunidad para analizar las alternativas rechazadas a la luz de los nuevos datos.

4. Salir fuera.

Intentar evitar el pensamiento grupal incluyendo en la toma de decisiones a personas ajenas al grupo. Para ello podemos por ejemplo discutir de forma periódica con asociados de confianza o buscar expertos cualificados, es decir, preguntar al que sabe. (Esto, claro está, hay que hacerlo antes de tomar la decisión)

5. Fomentar las discusiones abiertas.

6. No confundir el silencio con el asentimiento.

7. Por lo menos un miembro del grupo debe hacer de abogado del diablo. En este caso hay que tener cuidado con hacer rotatorio este rol. En caso contrario, podría acabar en una escucha superficial por parte de otros miembros del grupo y acabaría siendo algo más aparente que útil.

8. Buscar que el grupo esté formado por personas distintas entre sí y a las que no intranquilice el desacuerdo.

9. Explicar a los miembros del grupo que tendrán una responsabilidad personal.

10. Explicar las causas y consecuencias del pensamiento grupal. Seamos conscientes.

Reflexión final


Uno de los peligros que corremos cuando tomamos decisiones de carácter grupal es que los mecanismos cohesionadores del grupo tiendan a afectar negativamente nuestra capacidad para valorar de manera correcta el contexto, realizar una búsqueda más o menos exhaustiva de información, evaluar las opciones disponibles e implementar la mejor estrategia disponible para atender la situación dada.


Cuando entramos dentro de la lógica grupal los decisores tendemos a ponderar de una manera mucho más laxa nuestras propias convicciones y a poner de lado la evaluación que podamos realizar acerca de la realidad.


Las dinámicas propias del grupo nos pueden llevar a buscar la unanimidad en la lectura que realizamos acerca del contexto. De allí que se produzca un proceso que va silenciando las voces disidentes y que aísla a quienes ven el problema desde perspectivas distintas a las que preponderan en el grupo.


A fin de cuenta, se disparan en nosotros mecanismos que nos inducen a intentar ser aceptados por los demás y que debilitan nuestra voluntad para defender posiciones contrapuestas. Además, se va forjando en el grupo un sentido de solidaridad que se dispara de manera automática por quienes se perciben como miembros leales del mismo; se dispara un sentimiento de seguridad, en quienes pertenecen al grupo, que les hace sentir invulnerables.


Dentro de un grupo muy cohesionado los individuos sienten que las conclusiones derivadas del consenso grupal son correctas. Esto los lleva a considerar un número menor de alternativas para atender un problema, rechazan la crítica interna y la externa, se genera un sentido de conformidad con una postura dada, de manera tal que se construye una lectura de la realidad condicionada por las preferencias grupales o por acondicionamientos de carácter moral.


Esta manera distorsionada de leer la realidad hace que la capacidad para analizar el entorno se reduzca, que los sujetos crean tener la razón, que vean a los contrarios como enemigos, no se evalúen suficientemente los riesgos que se enfrentan, ni las oportunidades disponibles. El sesgo que produce la construcción colectiva tiende a empobrecer el proceso de toma de decisiones.


Te invito a revisar tu forma de participación en los grupos; no te adhieras, por el contrario, elabora tu verbatum y construye tus argumentos, por dos razones básicas, necesitas tener criterio propio y el grupo necesita tu visión para sumar y desarrollar los objetivos del proyecto.

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