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Mi persona

Hablar de mi persona favorita es un tema extremadamente amplio. No me alcanzaría la vida entera para hablar de mi persona favorita. Podría incluso escribir varios libros de textos y aun así no sería suficiente.


Mi persona favorita ha desempeñado varios roles en mi vida. En primer lugar, es mi hermana mayor, pero también mi segunda madre. Ha sido mi maestra, mi mentora, mi modelo a seguir, mi consejera espiritual y profesional. Mi inspiración, y la persona a quien le debo la vida en muchos aspectos. Mi sostén, mi razón de ser.


Bautizada con el nombre de María Eugenia, en honor a nuestra abuela paterna. Nacida un 11 de agosto de 1952 bajo la influencia astrológica del signo Leo; ¡y vaya que ha sido digna representante de dicho signo!


Maria Eugenia ha sido líder por naturaleza propia, sobre sus hombros y siendo aún muy niña llevó la difícil tarea de ayudar a mi madre con la crianza de mis hermanos Luis Rafael, Luis Fernando y por supuesto yo. Creo que esa experiencia de ayudar a mi madre fue muy complicada para una niña de apenas 9 años. Razón por la cual decidió no tener hijos.


Una diferencia de 18 años nunca ha sido impedimento para que se forjara entre nosotras una relación de hermanas más que especial, única. Aunque no siempre fue así… pero eso, es otra historia.


Empecé a llamarla mamá siendo muy niña, pero ese hábito desapareció muy repentinamente y eso también es otra larga historia que espero contarles en otra ocasión.


Maria Eugenia es una persona fuerte de carácter, pero muy sensible a la vez. Explosiva en ocasiones, pero siempre dispuesta a reconocer sus errores. No teme decir: “Me equivoqué”, porque de sus errores ha aprendido un centenar de veces. Posee una de las carcajadas más contagiosas y para ejemplificar esto me gustaría citar al autor José Ramón López Gómez médico obstetra y escritor quien se inspiró en Maria Eugenia para escribir el poema “La niña de la risa loca”: He aquí, un brevísimo extracto del poema: “Eres tú la niña de la risa loca, la de tiernos trinos en cada mañana y a la que nunca el dolor provoca ni causa temores la rabia malsana…”


Y es que hablar de Maria Eugenia está siempre vinculado a su peculiar forma de reír y a su voz que imita el trinar de los ruiseñores. Gran parte de lo que soy personal, profesional y espiritualmente tiene una marcada influencia de mi hermana mayor. De ella y de mi madre heredé mi pasión por la enseñanza. Guerrera y defensora del idioma español por excelencia. Parte de mi retórica, mi discurso y mis habilidades de redacción tienen su sello indiscutible. Es un placer escuchar sus disertaciones sin sentir admiración. Su obsesión por el orden y la limpieza, esa manera metódica de mantener la casa impecable y de clasificar todo por categorías es parte de lo que practico a diario. Quizás para hacerme la idea de que no está lejos, de que estamos juntas… aunque en realidad no lo estamos. El Océano Atlántico nos separa desde hace casi 11 años, pero durante todo este tiempo nuestros lazos y nexos afectivos se han fortalecido con la esperanza de volvernos a encontrar. Yo particularmente pienso que el universo está conspirando para que así sea.


Algunos valores importantes que he aprendido de mi persona favorita son: la lealtad, la honestidad, la tolerancia, la paciencia. Ella puede encontrar razones para sonreír en los detalles más ínfimos. Una plática con Maria Eugenia puede detener el tiempo y hasta puedes ver el amanecer y el ocaso y seguir conversando sin importar las agujas del reloj.


Maria Eugenia me ha enseñado tantas cosas que sería imposible numerarlas. Su amor incondicional, sus oraciones, sus consejos y orientaciones me han convertido en el ser humano que soy.


Su pasión por los Arcanos y el misticismo la han convertido en una tarotista profesional de una aquilatada trayectoria. Son muchas las personas que han quedado maravillados y absortos con sus conocimientos y el resultado de sus investigaciones con los Arcanos. Porque como bien lo expresa ella, el tarot terapéutico es un estilo de vida que te acompañará a todo lo largo de tu existencia. Su humildad ante expresiones como: Mientras más sé… me doy cuenta de que nada sé, hacen de ella una persona inspiradora y realmente admirable.


Maria Eugenia pocas veces puede decir “Te amo”, es algo que le cuesta mucho trabajo expresar. Pero cuando lo dice es porque realmente lo siente. Auténtica y extremadamente franca y eso en ocasiones ha generado polémica en la familia y algunos conocidos.


Pilar fundamental en mi familia, asumió gran parte de la responsabilidad del cuido de mis padres, en especial el de mi madre. Le ha tocado la difícil tarea de despedir a dos de nuestros hermanos en sus funerales. Devastada por asumir el tema de la muerte en varias ocasiones, ha llorado, se ha derrumbado, pero siempre ha salido victoriosa, estoica y dispuesta a continuar la vida, asumiendo nuevos retos. Con el fallecimiento de mi madre comprendió que la muerte como tal es un proceso necesario y en ocasiones sublime. Es simplemente pasar del plano físico al plano espiritual. Y es que la muerte no implica olvido. Porque mientras recordemos a nuestros seres que han partido, ellos permanecerán vivos en nuestros corazones y recuerdos. Mamá ñeña como algunos de nuestros sobrinos cariñosamente la llaman ha sido y será siempre mi persona favorita.


Una de las virtudes más admirables de mi persona favorita, Maria Eugenia, es que siempre encuentra aprendizajes significativos en todas las experiencias que le ha tocado afrontar. Así como también razones para sonreír. Y si no las encuentra pues las fabrica, es quizás una manera de evasión como ella misma expresa, pero lo cierto es que siempre asume una actitud positiva ante las adversidades. En cierta forma, ella es como Scarlett O’Hara el personaje protagónico del legendario filme “Lo que el viento se llevó” quien solía decir ante situaciones difíciles de resolver: “Mañana será otro día… mañana pensaré en ello” ... Así es Maria Eugenia como una Scarlett O’Hara.


Quiero finalizar mencionando algunas características adicionales de mi persona favorita, no podría concluir este artículo sin mencionar algunas de ellas.


La mejor decoradora de arbolitos de navidad, sus árboles navideños han sido íconos en nuestra familia. La mejor repostera, al menos en cuanto a torta negra se refiere. Cocinera por excelencia, pero sólo cuando tiene deseos de serlo, del resto no podría decir lo mismo. Ama al padre de la Navidad, o San Nicolás, pero lo que más ama es tomarse fotos junto a él. Los parques infantiles, y contradictoriamente visitar cementerios antiguos son algunas de sus actividades favoritas y las que siempre prefiere hacer cuando visita el Reino Unido. Amante de los museos, teatros y todo lo relacionado con la música (especialmente los boleros). Actualmente toma clases de teclado como parte de un proyecto personal, y como le gusta cantar, ha manifestado que le gustaría pasar su vejez cantando, tocando y por supuesto continuar aprendiendo de los Arcanos. Pero por sobre todas las cosas compartir y transmitir el legado de su conocimiento místico a las generaciones de relevo.

¿Qué más podría decir de mi persona favorita? No existen adjetivos calificativos para expresar el orgullo y cuán privilegiada me siento de tenerla en mi vida.


Si tuviera que elegir una vez más… te elegiría sin pensarlo.


La distancia entre dos continentes nos ha separado físicamente, pero nuestros espíritus y corazones están más unidos que nunca.




Hasta que nos volvamos a encontrar mi amada Maria Eugenia… Mi persona favorita. Te amo

Gabby Hurtado

Tu nena.

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