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¿A dónde van los sueños?

por Gabby Hurtado



En ocasiones nos trazamos metas que previamente hemos soñado. Desde muy pequeños hemos venido escuchando frases como: "Hacer o convertir mi sueño en una realidad", "alcanzar mis sueños" entre otros. Sin embargo, de manera paralela y frecuente, esas frases se transforman o cambian por: sueños truncados, no pude o no he podido cristalizar mis sueños, cuando era niño soñaba con ser… mis sueños nunca se hicieron realidad.


En casi todas las producciones cinematográficas de Disney, las princesas o los personajes principales logran hacer sus sueños realidad (My dream come true) después de una larga odisea que generalmente está acompañada de tropiezos, obstáculos, miedos, peligros y un sinfín de situaciones adversas. Muchas veces toda esa fantasía producto de la imaginación que se relata en las películas aplica de una u otra manera a nuestras vidas.

Paulo Coelho afirma que cuando deseamos algo de todo corazón el universo entero conspira para que lo logremos. Desde mi punto de vista es una frase que podría ser un poco metafórica y al mismo tiempo utópica. Especialmente porque no todo lo que deseamos desde el fondo de nuestro corazón se convierte en realidad. A menos que estemos hablando de una realidad virtual. Todo sueño o proyecto requiere de una planificación estratégica.


Ahora bien, ¿cuán capaces podemos ser para convertir nuestros sueños en realidad? Cuando nos planteamos hacer nuestros sueños realidad ¿lo hacemos desde la razón o desde la emoción?

Según la opinión y juicio de algunos especialistas que han versado sobre el tópico de la realización de sueños y quienes han trabajado en investigaciones de campo al respecto, la cristalización de esos llamados sueños está directamente relacionada con la planificación estratégica que ponemos en acción para la consolidación de éstos, además, la consolidación de los sueños, está íntimamente ligada a ese intenso e inconmensurable deseo no solo del corazón, también la mente acciona a diario para la cristalización de los sueños. Eso que llaman algunos expertos la Ley de Atracción.

Las ciencias del comportamiento contemplan que la motivación al logro y la recompensa diferida son factores que están estrechamente vinculados y que el ser humano precisa en cada una de las etapas de sus vidas, desde la niñez hasta la adultez.


Cuan satisfactorio es cuando vemos cristalizados sueños y proyectos. Nos sentimos orgullosos, plenos, satisfechos produciendo una felicidad extrema en nuestro ser interno y externo. Irradiamos alegría y celebramos nuestros triunfos infinitamente. Sin embargo, cuando por el contrario nos vemos obligados a posponer o aplazar esos proyectos entonces nos abriga el desánimo y la apatía


Pedro Martínez Ruiz, coach, conferencista, escritor y autor del libro: <<La felicidad a la vuelta de la esquina>> afirma que: Es el miedo el que nos impide avanzar y conseguir nuestros objetivos y poder cumplir nuestros sueños.

¿Cuántas veces hemos renunciado a proyectos y metas trazadas o sueños; por temor a que no funcionen? o simplemente porque en el camino se nos presentan miles de obstáculos que nos hacen desistir. Un miedo que generalmente solo existe en nuestra mente, lo creamos de manera inconsciente hasta hacerlo consciente. Además de todo esto también existe el factor externo, el medio ambiente que nos rodea; y que influye de manera negativa o positiva.

En este mismo sentido, y profundizando un poco más con lo mencionado anteriormente, citaré a la Doctora Pilar Sordo, psicólogo, conferencista e "influenciadora" quien en una de sus charlas explica la influencia de los anticipadores de desgracias, definición que ella adjudica a todas esas personas que podemos encontrar en nuestro entorno con carga negativa quienes con sus frases nos desaniman o desmotivan en un momento dado. Como ejemplo de algunas de esas frases tenemos: ¡eso es imposible!, ¡no te compres ese auto porque es de mala calidad!, esa casa que quieres comprar es muy cara, ¡no la vas a poder pagar! ¡Eso es muy difícil de lograr!, eso te va a llevar mucho tiempo, entre otras tantas.

Aunado a todo esto, no podemos dejar de mencionar el factor emocional. Nuestras emociones juegan un papel determinante en el logro de nuestros sueños; y es precisamente aquí donde radica el éxito de todo lo que nos proponemos en la vida, llámese sueños, proyectos, metas entre otros.


Obviamente, todos hemos vivido o nos hemos enfrentado a situaciones difíciles, las cuales nos han hecho renunciar o desistir de algo; y es allí precisamente el mejor momento para demostrar de qué material estamos hechos.

La re-direccion de nuestras emociones es una tarea diaria y el mayor desafío que encontramos en nuestras vidas. Es quizás un hábito que deberíamos trabajar de manera constante, para así convertir las emociones en nuestras mejores aliadas en torno a la realización de nuestros sueños.

Muchas veces me he preguntado: ¿por qué algunos sueños no se cumplen? y la respuesta a mi pregunta quizás esté inmersa en estas reflexiones que dejaré a manera de conclusión:

Cada vez que nos planteemos la realización de un sueño debemos estar conscientes de la factibilidad de poder hacer ese sueño realidad, mediante premisas como: Calcular, para tener una idea de cuánto tiempo nos puede llevar la consolidación de dicho proyecto, cuando nos planteamos metas a largo plazo es posible que nos embriague la desesperanza.

¿Qué hacer ante esto? Personalmente he puesto en práctica algunos de los consejos que a continuación mencionaré los cuales me han dado resultados extraordinarios y asombrosos. El punto de partida según los juicios de expertos sería plasmar el proyecto en una hoja de papel. Con interrogantes como: ¿qué deseo? ¿cuál es mi sueño? ¿qué nombre tiene? Adjudicarle un nombre lo hace más emocionante y atractivo. ¿Con qué herramientas/recursos cuento? Para esto, la elaboración de una matriz FODA nos permite aclarar el panorama del proyecto evidenciando las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas con las que contamos antes de poner en marcha el proyecto.

En este mismo orden de ideas, se recomienda y es muy saludable la estrategia de sonreírle a los obstáculos que se presenten y preguntarnos ¿qué han venido a enseñarnos? Otra estrategia recomendada comprende: Creer que es posible, visualizar el sueño ya realizado. Trazarnos metas realistas, factibles y por sobre todas las cosas alcanzables. Perseverar e insistir en el proyecto. Es muy posible que en el camino se haga presente el desánimo, pero eso no quiere decir que se quede para siempre.



Hagamos una pausa en el camino, la mayoría de las veces después de un breve descanso, retornamos al plan de acción con mayor énfasis, energía e ideas innovadoras. Redireccionemos y démosle la vuelta a la tortilla. Hagamos intercambios emocionales, cambiemos actitudes pesimistas por optimistas, desesperanzas por esperanzas, desistir por insistir, renunciar por perseverar, inconstancia por constancia, mal humor por buen humor, tristeza por alegría, desconfianza por confianza, miedo por coraje, desánimo por entusiasmo.

Seamos pues, los arquitectos de nuestros destinos, diseñemos un plan de vida bonito y realizable, planifiquemos de manera estratégica, hagamos un inventario de los recursos o herramientas con los que contamos, pidamos ayuda cuando sea necesario, cerremos los ojos con frecuencia y meditemos acerca de lo que hemos venido realizando, mirar atrás para ver el camino recorrido nos llena de vitalidad e incrementa nuestras ganas de triunfar y llegar a la meta anhelada, soñemos en grande y vivamos intensamente para convertir nuestros sueños en hermosas realidades.


Gabby Hurtado

Profesora de Español




Quiero dedicar la edición de este artículo a cada una de las mujeres que forman parte del equipo de escritoras de la revista digital “Mujeres con Visión”. Mujeres visionarias, emprendedoras, maravillosas, gentiles, colaboradoras. Seres humanos extraordinarios que día a día están haciendo historias, marcando la diferencia y llevando en alto el nombre de su país desde diferentes latitudes del planeta tierra. Mujeres soñadoras y hacedoras de sueños. A cada una de ellas vayan mis palabras de reconocimiento, admiración y respeto.


Recuerden que aún nos une el mismo cielo…

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