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Esta es mi visión, esta es mi misión


Papi siempre me lo decía. Desde que tengo uso de razón recuerdo la misma cantaleta...Nena, tienes que estudiar porque si el marido te sale sinvergüenza le das tres patas'...Lo repetía una y otra vez. ¿Dónde le daré las patadas?, me preguntaba, era tan pequeña... pero me imaginaba dando golpes bajos en los testículos a todos los hombres que me encontraba a mi paso, como las muchachas bravas de las películas. Tanto estuvo machacando con lo mismo, y con lo mismo y dale que es tarde que se me quedó incrustado en los poros hasta el punto en que por poco me quedo jamona sí pero señorita no, porque cuanto plante me hacía la ronda y yo advertía que la cosa venía en serio me lo sacudía más rápido que ligero. Te digo Eva, lo peor que podía hacer cualquier marchante en aquellos tiempos de universidad era preguntarme que si me quería casar con él. ¡Casarme yo sin terminar el bachillerato! Ñengue es! Era como mentarme la madre, meterme en camisa de once varas o en la boca del lobo. Me entraba un frío violento por los pies que me dejaba tiesa y eslembá como Francisco del otro lao. Luego daba un abaufeisy patitas pa' que las quiero. No me veían más ni en pintura. ¡UUUuuuuyyyyy! no quiero ni recordarlo, cada vez que me declaraban su amor, me veía toda desgreñada, con una mumu despintada y manchada de grasa justamente en la parte que roza con el fregadero y el caunter; con cuatro o cinco muchachos berriando detrás de mí y yo... lavandoplanchandococinando recogiendomapeandocambiandopampers. ¡No! ¡Ay mísera de mí, ay infelice! Y entonces me entra lo de Segismundo. Jamás de los jamases

Así comienza el cuento titulado Que mal acompañada, incluido en mi segundo libro de cuentos Nosotras ...Otra vez. ¿A cuántas de nosotras su papá les habrá dicho lo mismo o algo parecido?...... En mi caso está fue su manera de protegerme de lo que él sabía que me esperaba como mujer en este mundo machista en donde los derechos de las mujeres son violados todos los días.

En la mayoría de los países del mundo todavía la mujer es maltratada, violada, mutilada y/o asesinada en manos de un hombre. Por ejemplo 86 millones de niñas en todo el mundo podrían sufrir la ablación de sus órganos genitales externos en 2030 si esta práctica continúa en los 29 países de África y Asia donde está más arraigada. Más de 125 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sido víctimas de la mutilación genital femenina, más conocida como ablación. Cientos de mujeres han sido violadas y asesinadas en Juárez, México. Miles de mujeres de Asía, América Latina y los países del antiguo bloque soviético son traficadas para explotación sexual. La mayoría de las latinoamericanas son brasileñas, dominicanas y colombianas. Miles de mujeres en Estados Unidos son víctima de esta explotación también.

¿Qué estamos haciendo todos nosotros y en especial NOSOTRAS para tratar de eliminar este mal social que tanto nos afecta? Todos y todas podemos ayudar de diferentes maneras y desde nuestra realidad, utilizando nuestros talentos, y circunstancias Yo lo hago escribiendo sobre ello. Así plasmo mi VISIÓN. Dios me ha dado la habilidad para utilizar el idioma como herramienta de concienciación al escribir sobre la condición social, profesional y personal de la mujer puertorriqueña. Esa es mi MISIÓN. Escribiendo sano mis heridas, mi tristeza, mi dolor y de la misma manera, espero que mis escritos ayuden a sanar a las lectoras que se han confrontado o confrontan las mismas situaciones que se relatan en mis cuentos.

¿Cómo se desarrolló esa habilidad? El recuerdo más remoto que tengo se remonta a la edad de cinco años. Era el año escolar de 1959-60 y cursaba el primer grado. Fuimos de excursión al Capitolio; el gobernador Luis Muñoz Marín discursaba ante la cámara. Me impresioné tanto al escucharlo hablar que cuando llegué a mi casa no cesaba de decirle a mi papá que cuando fuera grande sería gobernadora; que me dijera qué era lo que había que hacer. ¿Adivinen lo que me contestó? Eso mismo... que las nenas no eran gobernadoras.... Gracias a Dios que se equivocó, aunque Sila María llegó primero que yo. Con el tiempo comprendí que lo quería era hablar tan elocuentemente como lo hacía él y desde ese momento devoraba todos los libros que encontraba en mi camino.

El primer cuento lo escribí cuando cursaba el cuarto grado. La maestra de español lo pidió como tarea y según ella, mi cuento fue el único que reunió todos los elementos para llamarse cuento. Lo titulé NEPENTA, y era una especie de fábula muy parecida a las que se encontraban en los textos escolares de aquella época. Lo único que recuerdo es que se trataba de una planta carnívora. En sexto grado los intereses cambiaron y entonces escribía “cuentos de novios”. Como la frase sugiere, eran narraciones color de rosa, con preadolescentes como personajes y una historia de amor como asunto.

Todo cambió cuando llegué a la escuela intermedia. De golpe, perdí el interés por escribir. Al encontrarme con todos esos clásicos de la literatura puertorriqueña, hispanoamericana y española inferí que para ser un buen escritor tenía que escribir como ellos. ¡Jamás ni nunca!, pensaba, escribiré un Final de Norma, una Marianelao una María. Este complejo se agudizó aún más en la escuela superior. ¡Quién podría igualar a Cervantes y su Quijote, a Gallegos con su Doña Bárbara, a Zeno Gandía con su Charcao a mi escritor favorito de aquellos tiempos: Calderón de la Barca con La vida es sueño. ¡Cuánto anhelaba poder escribir unos versos tan sabios y emotivos como aquellos que decían: Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba que sólo se sustentaba de unas hierbas que comía. ¿Habrá otro, entre sí decía, más pobre y triste que yo? Mas cuando el rostro volvió halló la respuesta viendo que otro sabio iba cogiendo las hojas que el derramó. ¡Ay mísera de mí , ay, infelice! Terminaba citando la célebre frase de Segismundo. Consecuentemente, el deseo de ser escritora se quedó esperándome.

No fue hasta que comencé la maestría en Estudios Hispánicos en 1976 que despertó mi sueño otra vez. Ya era maestra de español hacía dos años en la Escuela Intermedia Onofre Carballeira de Cataño. Ese año tomé un curso sobre literatura puertorriqueña con José Luis González y demás está decir que fue una experiencia maravillosa. Conocer personalmente a un escritor famoso y leer su obra, particularmente su cuento En el fondo del caño hay un negritome motivaron a escribir nuevamente. ¡Claro! Su obra literaria era más cercana a mi mundo y su lenguaje era también más actualizado y común.

El primer cuento lo escribí casi por obligación. Había un grupo de compañeros en esa misma clase que decidieron crear una revista. Al preguntarme un día si quería participar de tal hazaña y contestarles que sí, no me quedó otro remedio que sentarme a crear. ¿Sobre qué escribí? Pues de lo único que conocía muy bien: de mi vida, de mis ilusiones, de mis sueños y desengaños, mezclados con fantasía, ingenuidad y humor. También tomé un taller de creación literaria con la escritora Carmen Lugo Filippi y ésta me motivó para que enviara el cuento que había escrito en el taller al concurso literario que auspiciaba el Circulo de Poetas y Escritores Iberoamericanos de Nueva York. Esto fue muy importante para mí porque el cuento había recibido una crítica negativa por parte de los participantes del taller ya que según ellos, no era un cuento. El cuento tituladoCojinazosobtuvo una mención de honor y este premio me dio la fuerza que necesitaba para seguir adelante.

En 1979 comencé a delinear lo que hoy se conoce como NOSOTRAS... COMO SIEMPRE y que fue publicado en diciembre de 1984. El libro consta de nueve cuentos y todos giran en torno a las ocurrencias de tres chicas universitarias llamadas Marta, Vivian y Mari que comienzan un divertido, pero también doloroso proceso de maduración dentro de un ambiente cambiante donde ya las ideas de liberación femenina se han extendido a pesar de que no son en realidad generalmente compartidas. Es el conflicto, el triple conflicto de nosotras, la mujer puertorriqueña de hoy, que se debate entre lo que nos enseñan que debemos ser, lo que aspiramos ser y lo que realmente somos. Citando al crítico literario, el Dr. Ramón L. Acevedo, el conjunto de cuentos presenta la idea de que la mujer de las nuevas generaciones, a pesar de haber logrado cierto grado de liberación en el plano profesional y sexual, sigue más o menos como siempre subordinada o afectada por los valores patriarcales, ahora más disimulados, pero siempre persistentes. Marta, la más lúcida de las tres, cumple la función de narrar, a veces como protagonista y otras como observadora. Gracias a este libro, tuve el honor de ser incluida en la antología Del silencio al estallido: Narrativa femenina puertorriqueña (1991), compilada por el Dr. Ramón L. Acevedo. En esta antología en doctor Acevedo selecciona la producción cuentística femenina y feminista más prolífica, intensa y valiosa de la literatura puertorriqueña.

En Nosotras... otra vez(2001) se descubre qué ha sido de la vida de estas muchachas. Han pasado varios años desde que Marta, Vivian y Mari, las protagonistas, estudiaron en la universidad. A través de los diez cuentos incluidos en este libro vemos que las “indomables chicas” de los Setentas se han convertido en abnegadas esposas y madres. Las presiones sociales han anulado sus ilusiones y sueños sobre amor, felicidad y realización profesional. Se sienten frustradas, pero como siempre, todavía tienen el optimismo y el valor de reírse de sí mismas. Ellas saben que han luchado con ahínco por realizar sus metas y razones ajenas a esa voluntad lo han impedido. Eva, una antigua amiga ha regresado a sus vidas y se ha convertido en el paño de lágrimas de las tres inseparables amigas. Desea que éstas salgan del círculo vicioso en donde se encuentran; por lo tanto, como amiga y profesional las motiva y reta para que cambien el comportamiento enfermizo que las estanca. Estas mujeres están involucradas en situaciones de infidelidad, violencia doméstica, sacrificios personales, hostigamiento sexual, y violación. La existencia de cada una ha girado siempre alrededor de un hombre: un padre, un novio, un esposo, un hijo; han aprendido que deben ser hijas obedientes, amadas dulces y sumisas, esposas fieles y madres sacrificadas. A pesar de esto, han querido ser mujeres asertivas, independientes y profesionales exitosas. ¿Lograrán Marta, Vivian, Mari, salir de ese círculo? ¿Podrán cambiar o modificar un comportamiento exhibido por tanto tiempo? Esperamos que sea el lector/a quien encuentre las respuestas.

Las invito a que conozcan a Marta, Vivian y a Mari a través de la segunda edición de los dos libros en un sólo tomo titulado Nosotras…Todavía (2018), publicado por la Editorial Raíces. Les anticipo que estas mujeres, como muchas y muchos puertorriqueños, han tenido que emigrar a los Estados Unidos en búsqueda de un mejor porvenir, pero no es tan fácil como lo pintan. En el próximo NOSOTRAS (que se publicará para enero 2019) les contaré todo por lo que han tenido que pasar.

sugm.academia.edu/DrAracelisNievesMaysonet

drnieves21.wixsite.com/

 

La Dra. Aracelis Nieves Maysonet es catedrática asociada de español en el Sistema Universitario Ana G. Méndez en Wheaton, MD. Posee un doctorado en Currículo y Educación del Lenguaje de la Universidad de Indiana, Bloomington, una maestría en Estudios Hispánicos de la Universidad de PR, recinto de Rio Piedras y un bachillerato en Educación Secundaria/Español de la UPR. Han publicado sus cuentos en revistas tales como:Contornos, Renacimiento, Anales, Creación, En Rojo, y en libros de texto como Lenguaje y comunicación 10de la Editorial Santillana. Tambien, han publicado sus ensayos investigativos en el Journal of Research and Practice(National Association of Biingual Education), The Language Educator ( American Council on the Teaching of Foreign Languages) y en Cuaderno de Investigación en la Educacion de la Facultad de Educación de la UPR.

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