3 Hogares, 3 Meses

El viaje de esta jíbara, fue repentino, no tan planificado, pero si con alternativas. Desde Puerto Rico y con la poca comunicación que tenía disponible hablamos con la diáspora familiar. Mucha gente dispuesta a dar la mano y como siempre “lo que necesites nos avisas”. Ya llegados a nuyol, ahora nos tocaba llegar a Manhattan. Con todos los motetes y repletos de emoción y de incertidumbre arribamos a la esquina de las calles Academy y Post, mi primer hogar.

Allí nos recibió una prima que hace años no veía, pero era familia y nos acogió como sus hijos desde el primer momento. Lo que había era un cuarto para los 3, lo tomamos sin pensar dos veces. Sabíamos que fácil no iba a ser, pero había que soportar lo que fuera en lo que podíamos sustentarnos. Allí tuvimos la oportunidad de estar 3 semanas, sin mucho frío, comida, y todas las comodidades, aunque un poco apretaos.

Ya había que movernos y llego otro ángel, esta vez en el Bronx. Aunque yo aún no tenía trabajo, Víctor y Andrea si y una de las compañeras de él tenía una casa con cuartos disponibles, así que nos movimos a verla. Iba a cumplir su propósito por un tiempo, cada cual con su cuarto y aunque solo tendríamos el cuarto vacío con nuestras cosas, nuevamente había que aguantar por un ratito. Este nuevo ángel, que llamare Carmen por no tener autorización de divulgar su nombre, ¡cocinaba riquísimo! A veces teníamos comida “ready” cuando llegábamos de trabajar y hasta coquito y pasteles. Allí celebramos nuestro primer “Thanksgiving” fuera de la isla. Un banquete de comida y felicidad, nos sentíamos como en casa. Aun así, llegaba el momento de irnos.

Por medio de unas amistades nos enteramos que FEMA estaba ayudando a los puertorriqueños que llegaban a NY luego del huracán y les proveían alojo. Luego de las averiguaciones terminamos en un hotel en China Town. De María a un hotel. Jamás hubiera pensado que hasta estadía en hotel tendría, pero aquí llego y por fin tuvimos comodidad. No hay que limpiar, hay desayuno, “heater”, pero no me pertenece, es “regalao”. Este pensamiento se mantenía en mi cabeza, es una ayuda, estoy super agradecida, pero no puedo quedarme aquí a esperar hasta que FEMA decida no ayudarme más. Nos lanzamos a buscar un apartamento o cuarto para mudarnos cómodamente en lo que teníamos el hotel.

Astoria, Brooklyn y Upper East side fueron los lugares donde vimos algunos apartamentos. Unos buenísimos, otros ni locas los escogíamos, pero hubo uno que nos encantó. El lugar, lo accesible, el espacio y el “housemate” eran una gran combinación. Así que tomamos la decisión y lo escogimos. ¿Quieres saber en que parte de Nueva York está?

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