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Tú no eres lo que tienes


En la vida nos enfrentamos a tantísimos retos, unos más difíciles, tristes y complicados que otros. Suelo decir “si la vida fuera perfecta y sin altibajos, entonces no estuviéramos en la tierra, sino en el cielo”. Queramos o no, somos atletas en estas olimpiadas de diversos retos y obstáculos que es la vida. Uno de los tantos retos con los que nos enfrentamos son las condiciones de salud crónicas que debilitan y extenúan. En pleno siglo XXI, quizás por el estilo de vida que llevamos, cada vez son más comunes las enfermedades crónicas. Las más comunes en las mujeres son diabetes, tiroides, fibromialgia, endometriosis, cáncer, ansiedad y depresión.

Conozco a muchas amigas y colegas, incluyéndome, que padecen de condiciones debilitantes. ¡Amigas, la mente es poderosa! Una condición médica es algo que tienes y el primer paso para ganarle es aceptarlo. La negación no la hará desaparecer. El segundo paso: edúcate. La educación te da poder sobre tu condición, te dará más herramientas para manejarla. Para ser una mujer exitosa a nivel profesional y personal no tienes que ser “Wonder Women”. No te extra limites porque lo lamentarás, te lo dice la voz de la experiencia. Sin embargo, los días que te sientas bien, aprovéchalos y da la milla extra. Conoce tus límites y no los sobrepases, en la medida que sea posible.

En mi caso soy paciente de endometriosis, fibromialgia y ansiedad. Cierto, tengo esas condiciones, entre muchas otras cosas que tengo en mi vida. Son parte de mi vida, pero no son mi vida. Yo decido, no ellas, como será mi futuro y como seguir alcanzando mis metas. El tomarte pena o asumir el papel de víctima para inspirar pena no eliminará la situación ni serás respetada por tus colegas y empleados. Tu mente y pensamientos lideran la orquesta de tu vida, nútrelos con educación, inspiración, buena compañía, alimentación correcta, cuidado médico indicado y una red de apoyo de pacientes que padecen tu condición. Súper importante: metas y sueños claros. No eres lo que tienes, eres lo que piensas que eres.

Si piensas que eres una mujer fuerte, trabajadora, exitosa, humana y con un millón de talentos que compartir, entonces eso es lo que eres. ¿Qué tienes una condición de salud? Cierto, pero es solo una parte de tu vida, no tu vida. Varios días al mes me siento bastante mal, con dolores tan incapacitantes que no puedo ir a la oficina. Perfecto; lo acepto, no lo lucho. Ese día soy productiva desde mi casa, ¡que viva la tecnología!

Si trabajas para una empresa, educa a tu jefe o patrono. Si eres jefe, toma la oportunidad para educar a tus empleados. Créeme que te percibirán más fuerte y luchadora. Si te relacionas con estas palabras, te invitó hoy a no abandonar tus sueños. A tu espacio, a tu tiempo, pero siempre TÚ eres quien tiene la última palabra de cómo será tu vida. Jamás le des ese poder a tu condición. Si realizas el ejercicio de mirar hacia atrás verás que hay miles de personas en situaciones más complicadas y tristes que las que nosotras podamos tener. La actitud y pensamientos son magia para nuestro cuerpo y mente. ¡A secar esas lágrimas de frustración y a comenzar o continuar la construcción de sueños! A vivir, que la vida no se acaba hasta el último día.

 

Por: Vanessa Marzán

Mentora Mujer Emprende PR

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