El entorno machista: el silencio de los bondadosos
Los hombres debemos darnos cuenta que la lucha por erradicar la violencia de género en la que ponen todos sus esfuerzos las mujeres, por alcanzar la igualdad efectiva, es un favor que nos hacen las mujeres: ¡solamente iguales somos en verdad hombres! Pero…debemos luchar también nosotros, hombro con hombro. Y debemos hacerlo no legitimando, ni permitiendo, la más mínima acción de maltrato. Debemos hacerlo señalando al agresor como lo que es… ¡un delincuente! Debemos hacerlo no sonriendo ante un gesto machista por mínimo que sea. ¡No estamos ante una lucha mujer-hombre, Estamos ante una acción que nos hace a todos –mujer y hombre, hombre y mujer- mejores, en definitiva, personas!
Cuando se examinan las causas por las que las mujeres maltratadas guardan silencio y no denuncian o piden ayuda a centros especializados, se suele señalar el miedo a las reacciones del agresor, el temor a las consecuencias de la denuncia para sus hijos o para su estabilidad económica y emocional, también la vergüenza de confesar que está siendo maltratada. Pero también, y es importante tenerlo en cuenta, porque piensa que no va a ser creída y que no va a encontrar ayuda en su entorno.
DOS REFLEXIONES
Dos reflexiones tras la lectura de dos consideraciones. El pensador Jill Gibran escribe: “A menudo escucho que os réferis al hombre que comete un delito como si el no fuera uno de vosotros, como un extraño y un intruso en vuestro mundo. Más yo os digo que, de igual forma que ni una sola hoja se torna amarilla sin el conocimiento silencioso de todo el árbol, tampoco el malvado puede hacer el mal sin la oculta voluntad de todos vosotros” ¡Guardar silencio es cobardía y complicidad! ¡Guardar silencio nos hace ser menos hombres o menos mujeres! La oculta voluntad de todos, como las hojas del árbol. Más exacto imposible. ¡A tenerlo en cuenta!
“Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del pasmoso silencio de los bondadosos” (Martin Luther King) El silencio de los bondadosos, es decir, de todos aquellos que desean vivir con dignidad y que “callan”.
EL ENTORNO MACHISTA
Pero no debemos olvidar un hecho palpable: vivimos en una sociedad machista, una sociedad en donde el hombre se considera, por el mero hecho de ser hombre, superior a la mujer. Ello implica que el hombre considere determinados actos machista como “normales”, como actitudes adecuadas en la convivencia sociales, en las relaciones hombres-mujeres. Por consiguiente, pasividad ante el machismo. Y me refiero a esos aparentemente pequeños “gestos machistas” –chistes, insultos, desprecios, comentarios, etc.- impregnados de machismo y que presenciamos, permitimos o realizamos.
No, yo no tengo la mas mínima intención de asesinar, o de dar una paliza, ni siquiera un bofetón…luego no tengo que preocuparme de la violencia machista… ¡no soy machista! Atención, al último acto del machismo –el asesinato- se llega tras subir otros escalones. Evitar esa escalada si es algo posible par parte de todos, incluidos, por supuesto, los hombres. ¡No perdamos la dignidad, seamos hombres de verdad!
Cuando la mujer maltratada compruebe que su entorno no es machista, o está luchando por desprenderse de actitud machistas, tendrá confianza para contar, para hablar, para pedir ayuda.
ROMPER EL SILENCIO DE LOS BONDADOSOS
Eso es lo que estoy pidiendo a gritos: que alcemos nuestras voces para acallar las acciones “criminales”, que demostremos que es posible, aun con pequeños gestos, acabar con el machismo en la sociedad.
Y no lo olvidemos jamás: a una verdadera igualdad, todos, hombres y mujeres, seremos más dignos. Y lo repito, antes ya lo había escrito: ser igualitario es enriquecer nuestra dignidad como seres humanos, seamos hombres o mujeres.
JOSE-ANTONIO BURRIEL DE SAN VICENTE
Periodista, abogado y Doctor en Filosofía
Experto en violencia contra las mujeres
Valencia. España. 1937
Formador de los operadores en la atención a las mujeres víctimas de violencia
Ponente en Jornadas, Seminarios y Congresos en el tema de la violencia sobre las mujeres
Especial atención a los adolescentes ante sus relaciones afectivas
Asesor en distintos proyectos europeos sobre violencia de género
Presidente de la Asociación “No más violencia de Género”.
Creador y director del Programa “Adolescentes sin violencia de género”
Editor de las paginas “No más violencia de género” y “Adolescentes sin violencia de género”
Articulista habitual en distintos medios de comunicación, y presencia en programas de radio y televisión.
Premio nacional del Instituto de la mujer de España (2005)
Reconocimiento del Gobierno de España (2015) por su trabajo en la erradicación de la violencia machista