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Pal carajo navideño


Advertencia: Esta columna no es para menores, personas recatadas ni depresivas. Si las cosas en este país están del carajo no es mi culpa. Ok, quizás tenga un poquito de culpa, pero no tanta. No esperen aquí citas de Paulo Coelho ni sopa de pollo para el alma. Aquí digo la que hay, sin anestesia. Si no está preparad@ para eso, no siga leyendo. Es más, ¡váyase pal carajo!

¡Estas navidades serán del carajo! ¿No me creen? Revisemos lo que ha pasado en el 2016:

  1. Se acabó de joder nuestra economía, no hay empleos y los “uán uéi tíkets” pa’ la tierra del ratón Miguel están choretos

  2. Las elecciones fueron una mierda

  3. Trump salió electo (aplica la anterior)

  4. Nos están cagando el país de cenizas

  5. Todavía no liberan a Oscar López

  6. Anaudi metió a medio mundo preso

  7. Aumentaron los asesinatos

  8. No hay chavos pal retiro (ni pa’ un carajo más)

  9. Nos espetaron la Junta, y para acabar de joder

  10. ¡Todavía la marihuana es ilegal!

Hay muchísimas cosas más que están del carajo en este país, pero con las muestras listadas debe ser suficientes para que agarremos la caneca de ron o el pote de pastillas. Sería bueno si nuestra cultura fuera la de coger el fusil, formar la revolución y sacar del poder a los que han jodido todo esto, pero nuestra naturaleza es la del cordero (¡me cago en el maldito cordero que nos tiene cogías de pendejas!).

¡Trump salió electo! Esa es la noticia del año y si no fuera por ella valdría la pena hablar de las elecciones aquí. Lo que pasa es que con Trump en D.C. la cosa cambia radicalmente allá y acá. ¿Cuál es el mensaje de esa elección? Primero, que no tienes que saber un carajo de política pública para ser presidente. Segundo, no necesitas experiencia en el servicio público. Tercero, puedes joder a las mujeres, los negros, los latinos y hasta a la madre que te parió, y salir electo. Cuarto, no importa cuán bruto seas, el pueblo es más bruto que tú y te elige. Quinto, no importa que la mayoría de los electores voten por otra persona, la democracia permite que el perdedor sea electo. Sexto, si eres mujer estás jodía; hasta el más pendejo machista, arao, conservador, racista y xenófobo puede ganarte las elecciones. Si continúo enumerando las bestialidades de las elecciones americanas acabaré bebiéndome la caneca esa… Así que, ¡pal carajo Trump!

¿Y qué tal del “yo no me quito” y el “yo sí me quito”? La guerra parece haber terminado, pero es que con las elecciones se nos fue la atención para otro lado. La verdad es que la gente sigue yéndose pal carajo todos los días y cada día son más. Se nos vacía el país y encima se está muriendo más gente de la que nace. Es como si hubiésemos ido a una barra y pedido al bartender: “Sírveme un 151 con vodka, ginebra, whisky, tequila y Fireball, y mézclalo con media libra de “cane sugar”, un Red Bull, un Monster y un 5-Hour Energy. ¡Ah, y prepáralo doble!” ¡Muerte segura! No sé cómo podemos seguir creyendo en nuestros políticos y votando por ellos…

Con una economía hecha un asco y una Junta Fiscal cuya única promesa es clavarnos más, las navidades no pintan muy generosas. Hoy el periódico dice en primera plana que no habrá gandules. ¡No, si es para coger la “aka” de verdad y cambiar el sistema! ¿Cómo es posible que sobrevivamos una navidad sin gandules? Está bien que nos hayan jodido los empleos, el retiro, los bonos, el ELA y la óspera, y encima que tengamos que ver a Trump con su peluca de Barbie en todos lados, ¡pero dejarnos sin gandules es la gota que mandó pal carajo la copa!

Pero quedan esperanzas. Los federicos metieron presos a la banda de ladrones de Anaudi y ahora van por los que se quedaron en Toa Baja, en el Capitolio y en un par de sitios más. Obama todavía tiene un mes para dejar libre a Oscar y antes de que acabe el año entra en vigor la marihuana medicinal. Con la espetá que nos han dado por todos lados, el 99.99% del pueblo (los que no están montaos) cualifica para una arrebatá navideña del carajo.

Cuando les dije que estas navidades estarán de carajo no exageraba. No nos quedan curitas pa’ tós los tajos que nos han da’o. No hay esperanzas de que el americano haga nada bueno por nuestra isla en los próximos cuatro años. No hay nada que los políticos del patio puedan hacer con la Junta. No hay quien nos libre de las cenizas. No hay empleo. No hay bono de navidad. 21 legisladores se van pal carajo pa’ Hawaii a vacacionar a costillas nuestras. No hay gandules.

Sí, las cosas están muy malas. Yo, por mi parte, me sentaré en mi sillón mirando mis queridas montañas cayeyanas, me serviré un palito de pitorro y otro de chichaíto, prenderé un buen baturro y mandaré a todos los que nos están jodiendo pal carajo…

 

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