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¡Hay que vestirse de novia!


Conscientes de los adelantos alcanzados (y los que nos faltan) en todos los ámbitos profesionales y el desempeño exitoso en aquellos escenarios que eran reservados para hombres, hay un momento en que las mujeres nos vestimos de ilusión y rescatamos el sueño adolescente: encontrar esa pareja que complemente nuestras vidas y nos ayude a “vivir felices para siempre”. Ehhh…sí, la frase parece cursi. ¡Eso se de a que realmente es cursi! Claro que los tiempos han cambiado y que generalmente entre las mujeres modernas e independientes aumentamos nuestra tendencia de establecer relaciones libres donde el compromiso no esté vinculado a un documento legal. Sin embargo, una propuesta de matrimonio puede llevarnos a reevaluar nuestro plan de vida. No importa si la idea viene de ella, lo cierto es que aceptar implica el desempeño de un rol muy tradicional, ¡el rol de novia!


La novia de hoy navega horas en la web buscando información e imágenes de la boda de sus sueños. Aunque la tecnología ayuda y a veces presenta la organización de una boda de manera sencilla, los mil detalles que un acontecimiento como éste conlleva hacen que muy pronto la novia se dé cuenta de lo complicado y estresante que puede ser. Así que, desde el momento en que dice: “Sí, acepto!”, es importante contratar a una coordinadora de eventos profesional con quien pueda desarrollar empatía, pues en algunos aspectos, la pareja será de tres hasta el día de la boda. Como aliada de confianza durante todo el proceso, la coordinadora te orientará sobre:

  • la hora y lugar idóneos para celebrar la ceremonia y recepción

  • distribuir correctamente tu presupuesto

  • documentos requeridos por la iglesia y/o el estado

  • el ajuar de la novia y su séquito

  • invitaciones, flores, colores, estilo y ambientación

  • música, fotógrafía, videografía y servicios de catering

  • protocolo, confirmación y acomodo de invitados

Si le añades el corre y corre del gran día, la tensión propia de los detalles de última hora y, sobretodo, tener que lucir regia, es razón suficiente para que hasta la más segura de las novias ¡tenga los nervios de punta! Muchas veces es necesario hasta brindar apoyo emocional en los días cercanos al evento y durante la boda, cuando se presentan problemas in situ que sólo un profesional sabe manejar. ¿Y qué tal los novios? La mayoría son un encanto, llegan enamorados, desean complacer a la novia, que todo resulte perfecto y disfrutar la fiesta, pero otros no están muy seguros de comprometer su presupuesto en una celebración, aunque pronto se convencen de que es un momento único y que una boda es cosa de dos. Ya hablaremos más de ellos en otro momento.


La novia es la protagonista de ese momento ideal para reencontrarse con amigos, compañeros de trabajo y familiares. Hacer un alto en lo cotidiano para reencontrarse con personas queridas no tiene precio y, en tiempos en que la industria hace malabares para proteger el presupuesto del cliente, cobra más significado celebrarlas. La tendencia de ceremonia y recepción en un mismo lugar, además de ser práctica, tienen un encanto particular. Permite diversificar la oferta y disfrutar de lugares al aire libre, saliendo del formalismo de los tradicionales salones elegantes a un ambiente relajado, en perfecta armonía con la naturaleza, que permite a los novios e invitados dejar de lado el estrés diario y pasar una velada inolvidable.


Las bodas en el campo, por ejemplo, ya sea en haciendas o en el jardín de la casa familiar, se adaptan perfectamente a los estilos vintage/ shabby chic/rústico que tanto han gustado, pues permiten celebrar bodas hermosas en este tiempo en que las parejas cuidan más el presupuesto. Además, a los invitados les seduce la suave brisa, la sombra de un árbol centenario, la evocación de volver a casa de los abuelos y esa espontaneidad única que el ambiente inspira.


Sea éste u otro el estilo de la boda a celebrarse, hay factores que no cambian y son fundamentales para el éxito de ese día:

  • planificación cuidadosa de todos los detalles

  • ensayo del protocolo nupcial y manejo adecuado del tiempo

  • que la novia se sienta hermosa y relajada, viviendo la emoción del momento

No importa si es su primer matrimonio, el segundo o tercero (la idea de ser felices para siempre se renueva las veces que sean necesarias); como novia, la emoción que envuelve un evento tan importante en su vida siempre está presente. Hay que estar en los zapatos de esta mujer que decide apostar con madurez y buena fe a su nuevo plan de vida. Para entenderlo, hay que vestirse de novia, conjugar inteligencia con sentimiento y creer que es posible “vivir felices para siempre”. ¡Qué viva la novia!


 

Creativa de Eventos: Sara Santiago - Tel. 787-365-7041

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