Escuche otra vez... Y no repita.
Los recientes acontecimientos del País han hecho que se reafirme la fuerza y el poder de un pueblo. La masa social reclamando a toda voz, y en pleno acto de conciencia, lo que por derecho nos otorga el vivir en el País que nos acoge como hijos y nos recibe en cada amanecer como semillas bien plantadas en nuestro terruño. Y estas mismas circunstancias han permitido la manifestación de la valentía de las nuevas generaciones que se aúpan y la mujer que no se amilana ante la adversidad. Siendo madre y compartiendo a diario toda mi fuerza y entusiasmo con mis grupos de jóvenes, la primera reacción es la protección, el evitar cualquier confrontación y llevar mensajes conciliadores. Todo esto se ajusta cuando lo injusto, lo vil y amañado se presenta, y entonces la luchadora, la guerrera, sale, sonrisa y mirada de frente, palabras rápidas y directas y el mensaje claro emerge.
Han sido muchas y consecutivas las manifestaciones y confieso que en la primera a la que se convocó el País entero no pude llegar, pero mi hija decidió asistir con un grupo de amigos. Allí estaba yo, con el “taco en la garganta” deseando protegerla de cualquier cosa, pero feliz de estar con otros jóvenes que recién trazaban sus metas y su plan de acción. Cual fue mi sorpresa, al recibir una video llamada y desde una imagen algo borrosa (las señales de celular ese día eran difíciles) escuché: “Mamá hoy se lucha por los que no pueden estar aquí...”, y así me di cuenta que el mensaje había llegado y que había propósito en cada acción.
Llevaba meses repitiendo: “Lea, pregunte, averigüe, escuche, escuche otra vez...y no repita.”, todo eso por que tenemos que fomentar el que escuchen con respeto todas las opiniones, lean y averigüen toda la Información concerniente posible y lo más importante, no repitan información o conducta por popularidad, agrado o afecto, y creen su propia opinión. La misma que es completamente válido que cambie, siempre y cuando no dañe a nadie. Nos hemos tirado juntas a la calle, hemos llorado, reído, conocido gente genial. Mujeres sabias, otras muy fuertes, madres con distinta ideología política que sus hijos, pero juntos en la lucha por lo que entienden justo. Hablamos con todas y con todos, nos ayudamos, respetamos y no falla el saludo y la despedida afable y sosegada a algún oficial que coincide su jornada con la nuestra. Hemos cambiado la rutina, tenemos el reloj invertido y he vuelto a la dinámica de monitorear medios a toda hora con la bendición de ver como Puerto Rico se mantiene de pie. Hace unos días, en una plática con café en mano le mencioné a mi hija: “Hubiese querido dejarte un País mejor.” No pasó mucho tiempo para escuchar de ella: “No te preocupes, estoy intentado arreglarlo...” Nuestros
Saludos y respetos a todas las mujeres que nos regalaron su tiempo, atención, opiniones, sonrisas y su fuerza en cada manifestación, muchas solas, pancarta en mano, bandera en mano, sonrisa y mirada también de frente.
Lizbelia Martínez Martínez
Hija, Madre y Esposa
Egresada de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras, se desempeñó por 17 años en el campo de las comunicaciones en diversas agencias del País. Tiene una trayectoria de más de 20 años como Maestra de Ceremonias de eventos privados y multitudinarios. Ha sido colaboradora en diversas publicaciones y productora y creadora de espacios radiales como: Para Buen Entendedor y A Todo Poder, para el Programa Sabor Latino transmitido por IHeart Radio para Syracuse, NY y escuchado en toda América Latina y Puerto Rico. Se desempeña como coordinadora de eventos protocolares en el ámbito social y corporativo.
Actualmente, esta Mentor Coach de Desarrollo Personal, Organizacional, Liderazgo y Vida certificada, desarrolla e imparte talleres a mujeres y sobre todos madres bajo su proyecto #PowerfullMomys.
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