Un repaso a los mitos románticos
Una canción de hace algunos años decía: “En el baúl de los recuerdos”. No soy muy de recuerdos, los justos para no tropezar otra vez en la misma piedra. Me gusta mirar hacia el futuro, concretamente en hacer ya mismo lo que puedo hacer: pensar, escribir, realizar. Un poeta de mi tierra cantaba: caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Pero ante algunos hechos acaecidos en mi entorno, viejos recuerdos han aflorado. En este caso los llamados “mitos del amor romántico”. Y porque son mitos, están permanentemente presentes. Y porque son “mitos nocivos”, siguen haciendo daño en las relaciones afectiva. Recordemos algunos de ellos:
El mito de la media naranja: se basa en la creencia de la predestinación de la pareja como única elección posible, la unión de dos almas gemelas, como si Cupido supiera de antemano a quien debe tirar las flechas. Esta falsa creencia está basada en el ideal de complemento por el que pensamos que nuestras vidas no están completas hasta que encontramos la otra mitad. Hunde sus raíces en la Grecia Clásica con el amor cortés y el romanticismo. Su aceptación puede llevar al riesgo de decepcionarse de la “pareja elegida” o por el contrario pensar que al ser la que está predestinada debemos “aceptar” lo que no nos agrada.
Mito del emparejamiento: idea que sostiene que la pareja, al igual que la monogamia, son algo universal y natural en todas las culturas. Esta creencia deja fuera de lo “normativo” a aquellas personas que no cumplen con el “esperado fin” de tener pareja.
Mito de la fidelidad y la exclusividad: basado en la imposibilidad de enamorarse de dos personas al mismo tiempo. Sin embargo este mito tiene lecturas diferentes según el género, la infidelidad aún no está igualmente valorada en chicas y en chicos.
Mito de los celos: una creencia que relaciona los celos con el verdadero amor e incluso como ingrediente imprescindible, la falta de los mismos se relacionaría con el no amor. Un mito que puede conducir a comportamientos egoístas, represivos e incluso violentos. Este mito constituye un verdadero problema en relación a la violencia d género pues remite al terreno amoroso algo que no es más que una forma de dominio y poder. Un mito introducido por el cristianismo como garante de la exclusividad y la fidelidad.
Mito de la equivalencia: un ideal que equipara el enamoramiento y el amor como aspectos únicos. Así en el momento en que el enamoramiento se diluye se piensa que la relación ya está rota. Es el mito de la perdurabilidad pasional como muestra de amor, de esta manera entendería una disminución de la pasión como un final del amor.
Mito de la omnipotencia: un mito que entiende que el amor es suficiente para hacer frente a los distintos obstáculos de la relación, “el amor todo lo puede”. Suele ser usado como excusa para evitar modificar comportamientos o actitudes, negando los conflictos y dificultando su afrontamiento.
Mito del libre albedrío: una creencia que sitúa a los sentimientos en el campo de lo íntimo negando cualquier influencia biológica, psicológica o social. Cualquier cosa que ocurra dentro de la pareja, es un problema de la pareja.
Mito de la perdurabilidad: una creencia que sostiene que la pasión amorosa del principio debe
Falacia del cambio por amor: una idea que justificada en el amor, hace creer en un posible cambio de la persona. Un mito que generalmente va dirigido hacia las chicas convirtiendo el amor en una lucha para salvar a los hombres, convirtiéndolas en salvadoras de sus novios.
Normalización del conflicto: se basa en el hecho de creer que los conflictos iniciales no tienen importancia, son producto de la “adaptación” a la pareja, y una vez conseguida esta adaptación desaparecerán. Sin embargo, aunque pueda haber cierto tipo de conflictos en los inicios de una relación, hay determinadas conductas que son inaceptables.
Los polos opuestos se atraen: muy relacionado con el mito anterior, entiende que las diferencias unen. También está influenciado por el mito de la media naranja, con la falta de la mitad, él tiene lo que yo no, ella me complementa en lo que me falta.
Mito de la compatibilidad del amor y el maltrato: es la consideración de que en el amor es compatible dañar a la otra persona, siguiendo las frases “los que se pelean se desean” o “quien bien te quiere te hará sufrir”. Un mito que legitima cualquier comportamiento dañino o violento en nombre del amor romántico.
El amor verdadero lo perdona/aguanta todo: unido al mito anterior, encontramos esta idea de que en el amor todo es perdonable, un argumento basado en el chantaje que pretende manipular la voluntad de la persona imponiéndole los criterios propios. Se refleja mucho en frases como “si me amaras de verdad lo harías”, “si no me perdonas es porque no me quieres de verdad”.
Sólo hay un amor verdadero en la vida: se basa en la consideración de que solo se ama de verdad una vez en la vida, por tanto, si dentro de esa relación hay aspectos que me hacen daño, tengo que hacer todo lo posible para saltearlos, ya que “como la primera vez, ninguna”.
Falacia de la entrega total: tiene que ver mucho con la idea de amor-fusión, con el olvido de la propia vida y la dependencia hacia la otra persona. El amor se entiende como un sacrificio y por tanto, hay que renunciar a cosas por la relación.
El amor es un proceso de despersonalización: la creencia anterior conduce a un olvido del yo para identificarse con la otra persona. La renuncia al yo personal se viviría como una muestra de egoísmo.
Y esos mitos permanecen entre nosotros. Yo, a lo mejor soy algo raro, prefiero vivir anclado en una idea: sin respeto a la libertad del otro, no hay amor. Y no, no es un mito, es, sencillamente la expresión de la igualdad y la dignidad de la persona amada.