Justicia erótica
Te follo con furia, con desprecio, distante de un corazón que no quiero amar.
En tu viejo sofá saboreo tu sexo que me sabe a tristezas añejadas y obsoletas.
Tus besos podridos y vacíos reciclan amores pasados, ilusiones muertas.
Y te libero de ti
Tú enemigo de la felicidad, de los buenos sentimientos.
Tu cobardía se desvanece en mis bragas húmedas que no puedes arrancar
porque no conoces de pasiones, la lujuria pasa de ti
Tu sexo sabe a tristeza, orgasmos llenos de melancolías
venganzas que tu reprobable y estúpida nobleza jamás te dejarán cumplir.
Te hice la guerra, me tragué tu saliva y me convenciste de tu indiferencia.
¡Desquite!
Arranqué tu ropa y entre gemidos pausados redimí tu nostalgia.
Entonces te robé el placer y caminé por una vía llamada deseo.
Allí encontré el amor y nos follamos gritando justicia.